Onán trató de
resistirse a la ley que dictaba que se casara con Tamar, la viuda de su hermano,
muerto por desagradar a Dios. El mismo Dios
que ahora requería que procreara hijos
con Tamar, hijos que no serían llamados suyos.
Llevado frente
al rabino, no tuvo mas remedio que aceptarla como esposa. De regreso a la tienda, mientras los
invitados celebraban afuera, Onán se desnudó.
Tamar lo miró y explotó en una gran carcajada.
Señalándolo
dijo: ̶ Eres igual que tu hermano.
Onán humillado se
vistió y ante el asombro de todos los invitados, se marchó sin dar
explicaciones. La próxima mañana encontraron a Onán muerto junto al pozo, igual
que su hermano. Los devotos repetían que fue castigado por desagradar a Dios. Los
demás conocían la verdad.
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